lunes, 24 de septiembre de 2012

Hablando con Pepa





El próximo miércoles 26 de Septiembre de 17.00 a 20.00 h. en el Parque Santa Catalina presentaremos la cuarta edición de Hablando con Pepa, de la serie daily talks. Esta intervención es una idea original de rosa mesa en la que junto a otros artistas -Adassa Santana, Jose J*Torres, Josefran Santana y Joaquín Artime- acerca al ciudadano de a pie sus derechos fundamentales en la Constitución actual, en esta ocasión a modo de poesía.

La intervención tendrá continuidad el último miércoles de cada mes. Están todos invitados.

domingo, 16 de septiembre de 2012

lunes, 10 de septiembre de 2012


Queridísimos lectores:

Nos complace invitarles a celebrar la nueva edición de la revista-objeto Papel engomado: nº 01 “La correspondencia”. El evento consistirá en una fiesta-picnic que tendrá lugar el 15 de Septiembre en el Confital a las 18.00 h. (junto a la Cruz Roja). En él presentaremos nuestra querida revista, no se olviden de traer un presente para la homenajeada como galletitas, sándwiches, bebidas espirituosas... y prepárense para pasar una tarde diferente.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Rigoberta Petunia






Rigoberta Petunia
Joaquín Artime © 2012
Tinta, papel.
7 x 5,2 x 0,2 cm.

Rigoberta Petunia
3012 - 2011

Nuestra heroína nace en un tiempo incierto, sin subvenciones. El mundo es gobernado por un poder totalitario, ambidiestro y pedófilo bajo el nombre del G3. Carrillo, Fraga y Walt Disney han sido descongelados por los Fraggle Rocks para ponerse al frente de la presidencia mundial. Ilustres miembros abanderan la calidad del gobierno: Michael Jackson en el Ministerio de Educación y Guarderías, Federico Rato en el Ministerio de Economía Doméstica y Cajas de Galletas de Cereales, y Xuxa en el Ministerio de Juventud, Deportes, Guachinches y Chiringuitos.

Las gentes del lugar se muestran conformes y satisfechas cuales zombies recién comidos tras un empacho visual de Big Brother Jersey Shore. Sólo existe una joven vegetariana que estudia incansable en las ruinas de la Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas ante el hermoso paisaje que ofrece un océano negro marino. Ella anhela un tiempo pasado que ahora se antoja mejor. Tras largas horas reflexionando ante los grandes volúmenes de los extraordinarios artistas que residieron en los estudios de La Regenta llega a una conclusión: recuperar lo perdido. Aquellos genios que producían en tiempos adversos para la cultura suponen un aliento para su maltrecha vida.

Siendo así, dedica años a estudiar física cuántica. Punset se convierte en su guía espiritual. Y gracias al documental “Rocky Horror Picture Show” da con la tan esperada clave. Cuando después de varios fracasos, nuestra joven heroína, que se había entregado en su frustración a las drogas más duras, logra construir la máquina del tiempo, viaja al pasado, y aunque quiere encontrarse con la tercera generación, ella aparece un año antes para conocer al regentito reserva, aquel que está íntimamente vinculado al universo de la botánica turística.

La joven llega para quedarse y entre ellos surge una gran amistad, aunque en su interior ella siente un enormísimo amor que guarda en secreto. Cuando parece que por fin todos sus intentos están dando frutos, fallece debido a un ambiente muy poco contaminado y la promesa de una tierra que nunca llegó. Ella, que estaba acostumbrada a procesar grandes dosis de óxido de carbono, ve cómo su organismo no responde a las sanas cantidades de oxígeno semi-contaminado.

No hubo velatorio, ni funeral, ni asistentes. Su cadáver reposó para siempre oculto entre las estanterías de neopan de los estudios. Ni las limpiadoras se dignaron a trasladar su esqueleto, pero no importó, porque todos los lunes, miércoles y viernes, veía al regentito primaveral. Fue eso lo que provocó que su espíritu permaneciese en aquel lugar. Y por las noches, ayudada por las ondas del microondas, subiese y bajase por en el ascensor, arrastrase cadenas, susurrase palabras en otros idiomas del futuro, reflejase su imagen en el espejo, sacudiese las planchas del techo, encendiese las luces de las escaleras, y gritase: “TÉ VERDE CON SOJA, LECHE DE AVENA, ABRE LA PUERTA. ¡¡¡MUERTE AL TRIGO!!! Y SOBRE TODO, ¡¡¡NO COMAS RISIS!!!”

Su intención, aún hoy, es ahuyentar a los regentitos para quedarse a solas con su jardinero. Y como no lo consigue, da rienda suelta a simposios filosóficos con sus amigas las cucarachas de pequeño, mediano, normal y gran tamaño.

PS: Difunda Papel Engomado, de lo contrario, en siete días, este fantasma se le aparecerá.

Texto de Joaquín Artime, Roberto Canedo, Jose J* Torres, Adassa Santana y Josefran Santana


viernes, 7 de septiembre de 2012

Doña Dddass Anatnas

Falleció en La Regenta antes de nacer a los -1 años de edad

La iluminación empezó a surgir entre los orificios de una tela desbastada por el paso de los años,  el ambiente empezaba a cobrar vida tras la penumbra de éstas.  Mientras tanto, los artistas se preparaban para entregar su alma a un público ansioso de vivir nuevas experiencias.
Una función más, en el mismo escenario, con las mismas personalidades, lo único que cambiaba era el público que, día tras día, esperaba contemplar un espectáculo de unas dimensiones nunca conocidas en el contexto local de esta provincia.
Con la mirada anclada en el escenario y sin más introducción, el telón empieza a deslumbrar un escenario neutro y  solitario. Al cabo de unos minutos, de entre los asistentes al espectáculo, se levanta un personaje, que sin saberlo,  se convierte en el protagonista de la función.
Localizado el personaje, ya era momento de aparecer en escena la primera función. Con una mirada inocente e incrédula, un trapecista comenzaba a dar saltos de un lado al otro del recinto. Los espectadores con su mirada dibujaban una forma que se asemejaba a la letra A. Cuando el trapecista había dibujado tres veces la misma letra, se detuvo y entro a escena otro artista.
El nuevo trapecista se dedico a repetir lo mismo, pero con una pequeña variación, dibujando con sus movimientos la cuarta letra del abecedario.  Por último, entró a escena un nuevo trapecista dibujando  éste dos veces la vigésima letra. 
En el escenario, los tres trapecista y el personaje elegido entre los espectadores. Mientras los trapecistas preparaban el decorado necesario para desarrollar la función, el personaje empezaba a presentarse al público.  Entre todo lo que dijo, lo único que conmovió fue que él no era de la compañía, que de verdad era del público.
Al cabo de unos minutos desapareció del escenario. El personaje era de una estatura media; el pelo largo; de una especie ambiguo y de un saber estar  muy poco habitual. Por lo que, empezó a crear cierta desconfianza entre los espectadores, que no se creían nada de lo que había contado.
De entre el público se oye un grito de desesperanza, los espectadores enloquecen, corren hacia la salía y el recinto queda vacio. Al canto de las seis letras que los trapecistas habían dibujado  reaparece muerto en su asiento.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Don Jose J* Torres

                                                                        1940 - 1980


En un tiempo atrás, en la orilla de las cristalinas aguas del meridiano en un puerto lleno de cabras con mirada siniestra y perturbadora. Apareció una diminuta balsa portadora en su interior de un cuerpo medio moribundo cubierto de sabanas de clichés. Un pequeño retoño   aferrado en un último suspiro un extraño artilugio negro.  
Milagrosamente y ante todo pronóstico nuestro querido naufrago consiguió sobrevivir. Gracias, a los cuidados de las gentes del pueblo quienes lo salvaron a base de una misteriosa dieta oriental de queso, gofio, carne de cabra y a la calma del viento inhóspito del lugar.
Recuperado nuestro pequeño y afianzado siempre al extravagante artilugio, la única herencia de su verdadero origen, fue creciendo ante las miradas de todos. Cada año de su vida en el pueblo lo compartía en el seno de una familia distinta, pues los habitantes tenía unos humildes ingresos, y habían llegado al conceso de turnarse todos los años el cuidado del naufrago.
 Así  pasaron sus primeros años de vida, sin pertenecer a una familia pero sintiéndose rey de todo. Pasaba los días y las noches observando todo a su alrededor y captando de forma convulsiva  cada momento con su artilugio negro, explorando los más recónditos lugares, leyendo los grandes clásicos de la literatura y del arte.  Cuando terminaba su periodo de convivencia con la familia les regalaba como recuerdo, un libro donde se recogía todos los momentos vividos, en unas estampas en blanco y negro que capturaba a través de su artilugio negro.
Pero a medida que florecía, las gentes de lugar se preocupaban cada vez más por su estado mental, tenían la certeza que se estaba volviendo loco. Pues con los años sus incipientes actitudes artísticas e intelectuales, aumentaron, además le encantaba escribir obras de teatro, a las que el llamaba algo así, como happening o performance,  obligando al pueblo a actuar y disfrazarse con él.  Conjuntamente había desarrollado un trastorno compulsivo que le lleva a ingesta una gran cantidad de leche, y así como el síndrome de Diógenes donde acumulaba solo botes de tetrabrik. Llegado a este punto, donde se le suma su manía de ir  aras del cielo y el suelo.
El pueblo que antaño lo acogió en su seno no pudo más con sus extravagancias artísticas, así que decidieron reunir un poco de dinero entre todos, y pagarle uno de sus grandes sueños, ir a explorar el gran abismo del arte.
Contento de poder cumplir su sueño se embarco en el barco La Regenta, junto a su fiel perra Prada, rumbo a explorar el incierto y sublime mundo artístico. Pero el destino no quiso que llegara a buen puerto, pues en una noche de tormenta al igual que llegó aquel extraño pueblo de cabras con miradas apocalípticas, nuestra embarcación naufrago sin poderse salvar esta vez. Dejando solo tras de sí algunos pequeños fotogramas de recuerdos. Indignado de fallecer antes de cumplir su gran sueño, decidió volver en forma de espíritu para explorar por las tierras su anhelo artístico. Su primer destino sería aquella arquitectura nombrada igual que el ataúd de su final destino.  

Proyecto de Papel Engomado Nº 0.25

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Don Canelo






Don Canelo
Joaquín Artime © 2012
Tinta, papel.
7,2 x 5,1 x 0,3 cm.
Don Canelo
1933 – 1966

Jamás nadie supo con exactitud cuál era su nombre de pila. Ya desde muy pequeño todos se dirigieron a él por el apellido de su padre, que escondía una historia vinculada a la patria y el oficio militar.

Cuando llegó como hijo único al seno de una familia que con el tiempo se dibujaría como la más ortodoxa de las cunas falangistas, se convirtió en el segundo hombre de más poder de Alcúzar de Jerez, en la desaparecida Isla de San Borondón. Cada una de las cosas que el niño pedía le eran concedidas, de lo contrario, gritaba y pataleaba hasta que sus órdenes no eran más que satisfechas.

Así consiguió todo lo que se propuso. De modo arbitrario y caprichoso cambiaba los nombres de las calles, el significado de las palabras, las profesiones de las gentes, las vacas. Cualquier mañana uno podía despertarse siendo campesino; a la mañana siguiente, cura; y a la otra, alcalde. Ya entonces demostraba buenas dotes para la estrategia y la manipulación, pues no brindó su puesto a nadie, se había reservado el derecho a ser rey.

Su padre no veía con buenos ojos que el pequeño se autoproclamase heredero del recién nombrado reino de San Borondón, y de una azotaina le quitó parte de la malcriadez y el engreimiento, pero no la invención.

Su infancia la dedicó a levantar suposiciones, disparates que los criados permitían y que en su cabeza se asentaban como verdades absolutas. En realidad, no había pueblo de Alcúzar de Jerez, ni Isla de San Borondón, ni reino, ni calles que llevasen como insignia su temido nombre; sólo existía dentro de sí un vacío negro y profundo que él mismo se afanaba en rellenar con los malnutridos granos de su imaginación.

Poco a poco lo conocieron por sus excentricidades, y como llamaba demasiado la atención, sus padres decidieron ofrecerle una educación estricta sin salir de la finca. Hecho que lo colmó de rumores que aseguraban que estaba loco. “Ha pintado todas las puertas de la casa de color rosa”, “se pone el sombrero para dormir”, “canta canciones que no existen”, “lleva a cabo rituales de ofrenda al demonio”.

Aunque nada en esto había de cierto, el niño creció siendo figura imponente y origen de habladurías. Cuando estaba con su padre, Don Álvaro, los vecinos lo trataban con reverencia y respeto, a sus espaldas lo llamaban el demente del pueblo. Sin amigos, masticando tabaco y leyendo libros al revés, terminó de enajenarse, proclamando mensajes de igualdad y rebelión, cuestionándose todo aquello que le habían enseñado. Y como estaba loco, lo encerraron en su cuarto. Y tan loco estaba que no importó que no quisiese cortarse el pelo, ni que escribiese durante años una biblia sagrada que perdonase todos los pecados civiles de unos padres cegados por el poder y el dinero. Que la leyese en voz alta, detrás de la celosía de su ventana, sólo era una molestia más de todas las que provocaba.

Cuando a los treinta y tres años se escapó de casa, ya nadie lo reconoció, predicando como un mendigo –con ropas de harapiento y voz cascada por la bebida– ilusiones de un futuro mejor, viejas frases prohibidas que sonaban a república y derecho. Cosas que no parecían de loco sino de necio. Por eso, acabaron dándole una paliza que lo llevó directo al hospital. Allí sus padres lo encontraron sin dificultad alguna. Angustiados por el error de haber dejado volar su mente, asearon al hijo, le devolvieron un aspecto digno, decoroso, apropiado para el entierro.

Desde entonces, es un fantasma que vaga por las calles buscando el antiguo olor de su tabaco, gritando cosas de loco, cosas que aún hoy no encuentran lugar.

Don Canelo - Proceso





Don Canelo (proceso)
Joaquín Artime © 2012
Tinta, papel.
7,2 x 5,1 x 0,3 cm.

martes, 4 de septiembre de 2012

Margarita Silla (2012-2013)



Ser conscientes de sus manifestaciones fantasmales parece un plan urdido por algún programa de misterios paranormales pero teniendo en cuenta, que en vida se autoproclamaba como hiperactiva, no es extraño su inquietud ectoplasmática.  

La trágica noticia de su muerte nos pilló en plena celebración de una cena de trabajo donde se  intentaba preparar algún tipo de  sorpresa a la mujer de una concejal, conscientemente corrupto. Y es que al descubrir su cuerpo andrógino tumbado en el centro de un parque con los brazos extendidos, con ropa monocroma y sus pies en una extraña postura, como intentando bailar una danza perdida en la noche de los tiempos, comprendimos que aquello no era fruto de un accidente o una casualidad. 

Al comenzar la investigación de ese hecho, adquirí plena consciencia. Este personaje me daría muchos quebraderos de cabeza, sobretodo porque sus actividades en vida se repartían en archivos de medio mundo. Con una vida llena de hitos destacables y experiencias vitales complejas, resumir toda su trayectoria en un par de líneas se convierte en un trabajo  harto complicado, aunque nos centraremos en su última etapa e intentaremos esclarecer las causas que la condujeron a la muerte.

Fue compañera de viaje de un extraño fotógrafo que se dedicaba a retratar rosaledas por europa, se implicó en el activismo feminista y terminó comercializando con mesas de ping pong en una nave industrial de Montreal, antes de llegar a Canarias y habitar un espacio en una antigua fábrica de tabacos abandonada durante una extraordinaria crisis económica.
En un par de ocasiones estuvo implicada en terribles conflictos diplomáticos. Uno de los cuales le llevó a ser disidente de Europa y adquirir la nacionalidad africana como aborigen. 

Sus actividades recientes se centraban en enseñar los derechos fundamentales que se adquieren por ser simplemente ciudadano de un determinado lugar. Se había rodeado de un grupo de exiliados sociales a los que había convencido para gritar esos derechos a viva voz en medio de la calle. Estas actividades supusieron que comenzara a ser vigilada por grupos paramilitares y grupos secretos de investigación pagados por los gobiernos.
La noche de su muerte se encontraba preparando unas bombas “fétidas” que olían a rosas, gominolas, palomitas, chocolate, pan recién hecho, brisa del mar veraniega, hierva y tierra mojada... intentaba trasladar a la gente a través del olfato a la infancia y al mundo de las despreocupaciones. Quería combatir la actitud apática que los duros recortes que la sociedad estaba recibiendo por parte del gobierno, estaba implantando en la sociedad.

Al comenzar esta investigación y visitar su cuerpo inerte en el parque, observe que su cara dibujaba una gran sonrisa. Las personas que afirman haber conseguido contactar con ella, relatan que no ven su rostro, ni siquiera su cuerpo, tan solo un grupo de dientes sonrientes que flotan en el aire y se mueven como bailando de un lugar a otro, prácticamente sin parar. Tal vez esa sonrisa mortuoria tenga algo que ver con este hecho.


sábado, 1 de septiembre de 2012

Editorial

Los fantasmas de la Regenta 

La Regenta posee una historia. En su origen fue una tabacalera que Manuel Padormo adquirió para el Gobierno de Canarias en un despertar de la cultura del archipiélago. Fue él quien la reconvirtió en Centro de Arte y en sala de exposiciones.

Durante veinticinco años el edificio ha cobrado forma. Por él han pasado innumerables amantes del arte. Nosotros, como creadores que habitamos parte de este espacio, con motivo de este aniversario hemos querido realizar algo especial, algo que hable de aquellos que nadie ha mencionado: sus fantasmas.

Por eso, nuestro número nº0,25 nace como juego oscuro en el que, con siete fotos y siete álbumes, proponemos unir las imágenes de los espectros con el relato de su muerte. La fábula de los cuadernillos dan pistas, una vez se atiende a ellas, cuidadosamente, se ha de adherir una fotografía a la segunda página de un álbum. Al concluir de pegar las fotos, para comprobar las respuestas sólo se ha de abrir el libreto.

Se acierte o no se acierte, sigamos cumpliendo años.

Contenidos Papel engomado nº 0,25

A continuación nos disponemos a revelar los contenidos del nº 0,25 de nuestra revista-objeto Papel engomado. Lo haremos por riguroso orden. Para saber quién es el autor de cada parte sólo será necesario leer quién ha creado la entrada al final de la misma.


Esperamos que lo disfruten.